Mié 17 20:00 (19:30 puertas)
OMAR ACOSTA & SERGIO MENEM CUARTETO
12€ ant - 15€ taq

Jose San Martin : Percusión

Baldo Martínez: Contrabajo

De Madrid, al cielo estelar de la música latina. El venezolano Omar Acosta y el argentino Sergio Menem, dos músicos afincados en la capital de España desde hace más de 20 años, han sido nominados a los Grammy Latinos 2021 como ‘Mejor Álbum Instrumental’, por ‘Entretiempo y tiempo’ (2020). Madrileños de adopción, ambos sienten que representan a su ciudad de acogida en el certamen de música latinoamericana más importante del planeta. La entrega de premios se celebra el 18 de noviembre en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.

El flautista caraqueño Omar Acosta y el guitarrista cordobés Sergio Menem encarnan la vena latina del circuito musical de Madrid, que al fin espera reactivarse en este otoño post-pandemia. Precisamente, el dúo presenta su nuevo disco la noche previa a la gala, el miércoles 17 de noviembre (20:00) en el emblemático Café Berlín (Costanilla de los Ángeles, 20).

“Madrid es mi casa, no concibo mi música sin la influencia de esta ciudad y este país”, apunta Omar Acosta, vecino de Pozuelo de Alarcón desde hace 23 años y ya también ciudadano español. Compositor y docente, ejerció como director musical del Ballet Nacional de España de 2012 a 2016, bajo la dirección de Antonio Najarro. Como él mismo reconoce, el intercambio cultural siempre es a dos bandas: “Durante estos años mi discurso se ha impregnado de las raíces flamencas españolas, con cuyos grandes artistas he tenido el honor de compartir escenario”.

Por su parte, Sergio Menem no oculta todavía su fascinación por estar nominado junto a “estrellas universales de la música”, como el legendario guitarrista y cantautor Toquinho, el guitarrista Yamandú Costa y el bandolinista Hamilton de Holanda, los tres brasileños. Otro nominado de esta prestigiosa categoría destinada sólo a los más virtuosos es el violinista libanés con nacionalidad española Ara Malikian.

Silencio en el nido

Sergio Menem aterrizó en Madrid en 2004, tras un periplo de dos años en Barcelona. Como a otros muchos, la capital le permitió dar conciertos y desarrollarse profesionalmente: “Madrid me enriqueció con géneros de otros países y desde aquí salté a girar por el resto del mundo”.