El mundo de la música se postra a sus pies. Y es que Noah Slee, el nuevo rey del neosoul, tiene “algo”. Un ángel.

Nacido como Tau Manukia en el Reino polinésico de Tonga, empezó cantando en las reuniones familiares y en la iglesia: “la música siempre ha sido una parte muy importante de mi vida”, subraya. En 2003, Manuika probo por vez primera las mieles del éxito junto a Spacifix: “básicamente éramos un grupo de adolescentes cantando funk y hip hop sin tener mucha idea de lo que estábamos haciendo”. Spacifix llegaron a actuar como teloneros durante una gira mundial de Christina Aguilera: “al final fue otra historia clásica del negocio exprimiendo a un grupo de chicos jóvenes para luego, deshacerse de ellos”.

Dispuesto a no repetir pasados errores, Manukia salió a recorrer el mundo por su cuenta, empleándose en los más diversos y poco lucrativos oficios. Junto a él, su cuaderno de poesía y un nombre: “Noah Slee”. En 2006, el antiguamente conocido como Tau Manukia vivió un “renacimiento espiritual” tras escuchar a Thom Yorke (ex Radiohead) en ‘Eraser.’ “Era música soul y, al mismo tiempo, era absolutamente alucinante”.

Once años más tarde, vio la luz su primer disco como líder, “Otherland”, con ‘DGAF” (feat. Shiloh Dynasty) y ‘Lips’ (6 millones de “plays” en Spotify). “Por fin, fui capaz de aceptarme y mostrarme como de verdad soy”. En “otherland”, Slee se desnuda emocional y sexualmente a través de un neo-soul desprovisto de artificios mientras procura mantener su carrera bajo control: “Lo más importante es ser honesto”, asegura. “No espero demasiado de la vida, apenas hago mi parte…”

Noah Slee – Voz, guitarra y electrónica