Jue 31 20:00 (19:30 puertas)

24€ de pie - 28€ asiento

Daniel Melingo es uno de los artistas imprescindibles de Argentina. Una de las personalidades más reconocidas del rock, elegido entre los cinco mejores cantantes de tango de la última década.

A su participación en las bandas con más historia de su país Los Abuelos de la Nada, junto a Andrés Calamaro y la de Charly García hay que unir colaboraciones con Fito Paez y Fabiana Cantilo entre otros muchos artistas. se convirtió en una especie de encarnación argentina de artistas como Paolo Conte, Tom Waits y Nick Cave, con quienes a menudo se le ha comparado. Durante su estancia española, en plena movida, formó parte de Los Toreros Muertos creando su propia banda Lions in love convirtiéndose en una referencia en aquellos años.

Tras diecisiete discos grabados se convierte en uno de los primeros rockeros en poner voz a la milonga y el tango convirtiéndose en referencia internacional de este último género con un estilo genuino, propio, inimitable.

En marzo de este año lanza en exclusiva para Europa una antología con sus mejores tangos que le llevará a recorrer las grandes capitales del continente, presentándolo en Madrid el próximo 31 de marzo en un concierto único.

MELINGO: S’il vous plait

“Es un placer presentar este cancionero compilado y personal de veinticinco años de carrera como solista en la música popular. Con todo el cariño agrupé este manojo de veintitrés canciones entre tangos, valses, milongas y aires folklóricos de mi país, Argentina, además de los ritmos de mi ciudad, Buenos Aires y los latidos de mi barrio, Villa Ortuzar. Veinticinco años musicales reunidos festejando la esencia orillera que salpica de principio a fin.

Búsqueda iniciada 1997 en Buenos Aires, cuando escribo Ayer, una despedida simbólica desde un barrio mítico que podría ser la mismísima patria. Recorrido en veintitrés temas, no cronológicos, agrupados por familias, en cuatro CDs. Espero lo disfruten tanto como nosotros.

Siéntense en su mejor sillón, el más cómodo, relajen los pies y el resto del cuerpo, para que la música penetre por todos los orificios, nos haga vibrar hasta oler esa fragancia y ambiente porteño de arrabal perdido en el tiempo”.